Es la historia de María, una chica que siempre vivía en Carnaval.
María no sabia ser ella misma, si no que buscaba disfrazarse de alguien que ella no era, de otra persona, pero más que nada lo que ella quería era ocultarse tras algo, tras otro traje para que nadie notase sus miedos ni sus incertidumbres. Ella lo que más quería era ser aceptada por los demás, ser admirada.
Un día llego alguien a su vida con quien pudo mostrarse como realmente era, sacando sus miedos, sus preocupaciones sin pensar que esta persona las aceptase o no y justo en ese momento, cuando sucedió aquello, María se dio cuenta de que era mucho mejor ser que aparentar. Que una persona vale por lo que es y no por lo que los demás quieren que seas.
“Que una persona vale por lo que es y no por lo que los demás quieren que seas”. Cuánta razón en una única frase. Tenemos que empezar a valorarnos más a nosotros mismo y pensar que cada uno somos como somos y que así nos tenemos que querer, que no tenemos que escondernos detrás de un disfraz por lo que puedan decir de nosotros. Somos libres y tenemos el derecho a ser como queramos ser.
ResponderEliminarA veces es difícil mirarnos cuando nos encontramos en momentos de inseguridad y es en esos momentos cuando empezamos a ver en nosotros simples mentiras de lo que somos, centrándonos justamente en lo que NO somos. Pero cuando tomamos la decisión de vernos a nosotros mismos, por encima de los fallos e inseguridades, nos vamos dando cuenta de que hay en cada cual un valor que nadie nos puede quitar, porque es algo innato que llevamos y que tenemos que aprender a verlo cada día en nuestra propia piel.
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